Skip to main content

Síntomas cognitivos

Síntomas cognitivos


Clínicamente se distinguen dos tipos de sintomatología en los afectados. Por un lado encontramos los síntomas cognitivos, es decir, aquellos que afectan a las áreas del lenguaje, la memoria, la orientación, el cálculo, etc.; y por otro encontramos la sintomatología conductual o comportamental. Es importante establecer la diferencia entre ambos dado que el manejo y tratamiento son diferentes.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON LA MEMORIA?: La alteración de la memoria es uno de los síntomas más significativos en la enfermedad de Alzheimer. Los pacientes que la sufren ven alterada su capacidad para aprender nuevo material, o bien para evocar información aprendida con anterioridad. La pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer afecta primero a los recuerdos más recientes y poco a poco evoluciona hasta afectar a la memoria más remota, siendo este deterioro progresivo.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON LA ORIENTACIÓN?: Cuando hablamos de orientación podemos referirnos a tres planos diferentes: orientación temporal, orientación espacial y orientación personal. Estos tres planos unidos ayudan a la persona a situarse, conocer y desenvolverse en su entorno. La orientación temporal es una de las primeras áreas en verse afectadas en los inicios de la enfermedad de Alzheimer, seguida de la orientación espacial, la cual puede provocar que los afectados se desorienten incluso en su entorno cotidiano.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON EL LENGUAJE?: Al hablar del lenguaje, son varias las alteraciones relacionadas con esta capacidad las que podemos encontrar en la enfermedad de Alzheimer. Se producen déficits tanto en el lenguaje oral, como en el escrito, en la expresión y la comprensión, en la lectura... La alteración del lenguaje es sutil en los inicios de la enfermedad y suele manifestarse por la dificultad de los afectados para encontrar la palabra adecuada en su discurso, fenomeno que se conoce como anomia. Poco a poco, el paulatino avance de la enfermedad irá afectando a la capacidad de los pacientes para comunicarse, así como para comprender la información que se les hace llegar, llegando en las últimas fases de la enfermedad al mutismo.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON LA ATENCIÓN?: La atención es una capacidad que ofrece soporte a otras capacidades mentales superiores, como por ejemplo la memoria. Es decir, no podemos aprender una cosa si antes no le hemos prestado atención. En la enfermedad de Alzheimer se produce una pérdida paulatina de la capacidad atencional desde las fases iniciales. Esto supone una dificultad añadida para los pacientes a la hora de llevar a cabo las diferentes tareas de su día a día, además de a la hora de codificar y almacenar información complicando por tanto su recuerdo posterior.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON LAS GNOSIAS?: las gnosias son las funciones cognitivas que se ponen en funcionamiento para percibir y reconocer la forma y las características físicas de las personas y de los objetos del entorno. En el caso de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias se produce una alteración de estas funciones que se conoce como Agnosia. Estos déficits consisten en una dificultad o incapacidad para integrar en el cerebro la información que recibimos a través de los órganos sensoriales.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON LAS PRAXIAS?: Se conoce como Apraxia la alteración del control voluntario de los movimientos intencionales. Existen varios tipos de apraxia, entre ellos los más importante son: Apraxia ideomotora: Incapacidad de ejecutar el gesto simple ni a la orden ni en imitación; Apraxia ideatoria: Incapacidad para realizar secuencias gestuales o utilización real de objetos; Apraxia constructiva: dificultad para la reproducción de un modelo en dos o tres dimensiones o para realizar construcciones y rompecabezas; y Apraxia del vestido: incapacidad para vestirse o dificultad para disponer las prendas en las partes del cuerpo correspondientes, o colocación al azar en un lugar inapropiado.

 

  •  ¿QUÉ OCURRE CON LA FUNCIÓN EJECUTIVA?: Las funciones ejecutivas son conjunto de herramientas de ejecución y habilidades cognitivas que permiten el establecimiento del pensamiento estructurado, planificar y ejecutar en función de objetivos plateados, anticipar y establecer metas, el seguimiento rutinario de horarios a través del diseño de planes y programas que orienten al inicio, desarrollo y cierre de las actividades académicas o laborales, el desarrollo del pensamiento abstracto y operaciones mentales, la autorregularización y monitorización de las tareas y su organización en el tiempo y en el espacio. La alteración de esta función está presente en la enfermedad de Alzheimer y se conoce como síndrome disejecutivo y se caracteriza por dificultad o incapacidad para llevar a cabo conductas orientadas a metas, la tendencia al pensamiento concreto y rigidez cognitiva, dificultad para la resolución de problemas, alteraciones en el comportamiento social y la autorregulación.